En la historia de la ciencia pasa algo parecido mucho filósofos y científicos han necesitado imaginar que existen entidades, y que son necesarias para mantener la estabilidad del cosmos o para explicar las observaciones o los experimentos del momento.
En cada época, el mundo se ha visto de un modo. A esto se le llama cosmogonía. Las culturas mas ancestrales tenían sus propios mitos, pero casi todos ellos postulaban la existencia de algo, alguien que estaría encargado de separa el cielo de la tierra.
En el Génesis, fue el propio Creador quien puso cada cosa en su sitio al primer intento, separando el cielo de la tierra, las aguas de los continentes, la luz de la oscuridad.
Pero los propios griegos intentaron dar explicaciones más racionales del cosmos. Habrían observado que, al mirar el cielo nocturno, las estrellas parecían pegadas a una gran esfera que daba una vuelta en un día. Pero no es así; en realidad, es la tierra la que, al girar en su movimiento de rotación sobre su eje, dando una vuelta en 24 hrs., por eso se tiene la impresión de que las estrellas son las que giran. Los griegos también observaron astros las estrellas y las llamaron planetas, que son: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Los otros dos eran la Luna y el Sol, dando un total de siete. Y es esa razón que el 7 es un número tan especial.
Y para explicar los movimientos de los siete planetas, Aristóteles, discípulo de Platón y maestro de Alejandro Magno, imaginó un sistema de esferas concéntricas, cada una de ellas arrastraría un planeta y en la última estarían fijas las estrellas y los movimientos serían uniformes, circulares y eternos. No solo en astronomía se han postulado entidades cuya existencia más tarde se han probado falsas. Las teorías se pueden plantear; a veces inspiradas por hechos o por apariencias, pero finalmente necesitan de los experimentos y de las observaciones para ser validadas o refutadas.
El CERN mayor laboratorio de física de partículas del mundo, anunció, en julio de 2012, dos colaboraciones internacionales, habían descubierto un bosón, que podría ser la partícula mediadora del campo de Higgs. Era un descubrimiento de gran importancia para la Física. Sin el bosón de Higgs, ninguna partícula tendría masa, no habría átomos, ni moléculas, ni planetas, ni estrellas, y obviamente tampoco seres vivos. La imaginación y las ideas de Higgs y otros colegas han mantenido activos a muchos científicos por mucho tiempo.
Hace más de 80 años que en cosmología se habla de materia oscura. La estabilidad de los cúmulos de galaxias y de las propias galaxias no se puede explicar con la física que conocemos y aceptamos como válida sin recurrir a la idea de un universo dominado por el lado oscuro.
El astrónomo de origen suizo, Fritz Zwicky intentó, determinar la masa de los cúmulos de galaxias y llegó a la conclusión de que, dadas las velocidades a las que se desplazan las galaxias la única forma de explicar que el cúmulo no se disgregara en el espacio era que existiera una gran cantidad de materia no visible, que lo mantuviera ligado por efecto gravitatorio. Postuló, por primera vez, la existencia de materia oscura.
Si queremos saber de qué está hecho el universo hemos de seguir investigando y quizá algún día en nuestros laboratorios, en los aceleradores de partículas como el LHC en el CERN u observando con nuestros telescopios averiguaremos qué es la materia oscura.
El éxito llegará, pero también podría ocurrir que algún día descubramos que no existe tal entidad, porque una idea mejor o una evidencia nueva explican las observaciones cosmológicas más adecuadamente, sin necesidad de recurrir a la materia y de la energia
esperemos que en un tiempo no muy lejano esperemos poder viajar en el tiempo desarollando una maquina
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